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lunes, 10 de abril de 2017

Curiosidades literarias: El bibliómano

¡¡Hola maniáticos!! ¿Cómo se encuentran? Yo estoy contenta y ansiosa porque se acerca la feria del libro y también la Convención Blogger Argentina. Hace mucho que no hacía un Curiosidades literarias así que me puse a investigar y encontré muchas cosas interesantes y si son curiosos como yo se los voy a compartir, empecemos.

Thomas Phillipps fue un bibliómano nacido en Cheltenham, Inglaterra en 1792. Desde niño ya poseía más de cien libros y esa colección fue creciendo gracias a que heredó una fortuna. Pero antes de avanzar con su historia definamos que es la bibliomanía.

Según wikipedia: La bibliomanía es un trastorno obsesivo-compulsivo que consiste en coleccionar libros. Puede ser considerada un tipo de síndrome de acaparador compulsivo. La condición se caracteriza por adquirir muchos libros que no son útiles para el coleccionista, ni tienen ningún valor para un coleccionista verdadero. Por ejemplo, un bibliómano puede tener copias múltiples del mismo libro y edición.La bibliomanía es distinta de la bibliofilia, que esta última es simplemente el amor por los libros aunque puede llegar a convertirse en bibliomanía

Thomas en su mansión tenía cerca de 40.000 ejemplares de libros y 60.000 manuscritos dejando a su familia casi sin espacio para moverse y que todas la habitaciones estén abarrotadas de libros. Llegó a conseguir libros de casi toda una librería y a adquirir un gran lote en una subasta. Los que padecen de este trastorno son capaces de gastar todo su dinero y no sólo dos o tres sino colecciones completas. Sin embargo, esta historia tuvo un final triste porque pudo leer muy pocos y además de quedarse en la ruina, su nieto, al morir Thomas, vendió todos sus libros dispersándolos alrededor del mundo. 

Claro está que para los bibliómanos lo más importante es lo cuantitativo y no el contenido que se encuentran entre las páginas, osea que va más allá del amor a la lectura como lo es ser bibliófilo. 

Thomas tuvo dinero para poder gastarlo en libros. Sin embargo, Elois Picher no corrió con las misma suerte y aún siendo empleado de la Biblioteca pública Imperial de San Petersburgo, en Rusia se llevaba cuatro libros por día a su casa llegando a tener 4000 ejemplares. Parece ser que no le alcanzaba con tenerlos cercas sino que quería apropiarse de ellos y guardarlos en su casa como un tesoro ya que sentía que nadie más los iba a cuidar como él. A Elois se lo denominó como un bibliocleptómanos. 

Estos dos casos tienen en común que al principio sí empezaron con su colección por el amor a los libros pero poco a poco se fue convirtiendo en una obsesión. Tenía conocimiento de que existían este tipo de personas pero no sabía que era considerado una patología.

¿Qué piensan ustedes? Cuéntenme que les pareció esta entrada en los comentarios

2 comentarios:

  1. ¡Hoolaa! Gracias por el dato tan interesante, no me había dado cuenta de que esto podría irse tan de las manos hasta convertirse en una obsesión, vaya...
    ¡Beesos! :3

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