En este mundo hay dos
tipos de personas: Los que subrayan los libros y los que no. Este último suele
ver a los primeros como un ser humano vil, despreciable, Dios, ¿cómo lo
podés arruinar así? O
parecido. Pues bien, en esta entrada quiero explicar la importancia de anotarlos.
Cuando leí Nota al pie de Rodolfo Walsh, un relato super recomendado, en una parte menciona que al protagonista le
gustaba escribir acotaciones en los márgenes de los libros que traducía. Pero a su jefe no le gustaba nada y se lo prohibió. El protagonista se entristece un poco al ver que no podía hacer aquello que le proporcionaba tanto gusto. Ahí fue cuando la idea vino a mi cabeza para escribir esta entrada.
El relato también me hizo acordar que hace poco
volví a hojear Buscando a Alaska de John Green y me encontré con frases subrayadas y
anotaciones. Me sorprendí porque ese libro lo leí en una etapa donde no me
sentía nada bien conmigo misma. Releerlo me hizo recordar lo que pensaba en ese
momento y cuán triste estaba como para anotar aquellas frases. Esta es una de las razones del porqué me gusta anotarlos o subrayarlos. La experiencia de encontrarme con mi yo pasado me hizo ver cuánto cambié de ese tiempo al día hoy.
¿Si no escribimos en los márgenes cómo expresamos nuestros pensamientos?
Cada libro, cada frase, puede ser interpretado de manera diferente y nos puede afectar o no como para querer anotarlos. Por eso, esas notas al margen son únicas dependiendo de cada persona. Pasan a ser una parte de nuestros pensamientos. A mí me encanta cuando ese libro se convierte en mío porque dejo una parte de mí marcada entre esas páginas. Benito Taibo hace alusión a esto en su libro Persona normal (un libro que habla sobre libros)
Anotarlos no es solo para luego hacer un trabajo de la clase de literatura. Es subrayar un párrafo, señalar una frase, hacer un comentario en el margen sobre algún recuerdo que evoque esa frase.
En el futuro, un familiar o quien reciba el libro, puede encontrar un trocito de nuestras almas; comprender cómo pensábamos y los sentimientos que despertaron en nosotros esas páginas. Incluso esa persona puede anotarlo también y así pasarlo de mano en mano lo cual transformaría al libro en un tesoro lleno de pensamientos. Por eso no hay nada más lindo que subrayar, escribir y pegar post-it.

En el futuro, un familiar o quien reciba el libro, puede encontrar un trocito de nuestras almas; comprender cómo pensábamos y los sentimientos que despertaron en nosotros esas páginas. Incluso esa persona puede anotarlo también y así pasarlo de mano en mano lo cual transformaría al libro en un tesoro lleno de pensamientos. Por eso no hay nada más lindo que subrayar, escribir y pegar post-it.
No estamos maltratando al libro sólo lo estamos haciendo único. Para los que
son como yo y les gusta anotarlos choque los cinco. A los que no,
espero que con esta entrada entiendan el porqué nos gusta hacerlo y se animen a compartir este gusto.
Dejenme en
los comentarios de qué lado están.